domingo, 23 de octubre de 2011

Escupir (pero no en la calle) es la mejor forma de no envenenarse

    Pararé un minuto para coger fuerzas.

    He vivido tantas vidas distintas que en ocasiones no supe controlar las cosas. Sobre todo me falté el respeto a mi mismo. Eso pesa y mi conciencia mil veces me lo ha echado en cara. Sobre todo permití que lo superfluo me desviara del camino que esperaba. Mil decepciones, desprecio, falsedad, envidia... nunca supe de qué pero muchísima envidia a mi alrededor.
   Voy a pecho descubierto. Sin medida. Y lloro y eso me da fuerzas, y soy yo en todo momento...ahora, soy yo.

    Se de sobra que mi vida no empezó cuando tuve que aprender sin mas opciones, a ganármela.Yo decidí tirar hacia delante con todo el peso que arrastraba pero seguro de luchar por algo que no puede jamas dejar de motivarme. Mi vida.

    Gracias a ti Adri que tuviste que irte para siempre para que mi existencia empezara a cobrar algún sentido. Y Dios sabe, y tú también sabes lo mucho que me arrepiento de tantos momentos en que me buscabas para vivir conmigo y yo solo puse excusas. Y te fuiste. Y dejé de entender todo...  y terminé por hundirme del todo.
     Recuerdo tantas mañanas en mi exilio. Abría los ojos y se me caía el techo. Me pesaba hasta el aire y mi única defensa, mi único escondite fue ese edredón con el que me tapaba de mi vida.
   Hablé contigo 3 días antes. Tú te alegrabas por mi y yo por tí, y quedamos en vernos el sábado. Venías de permiso. Y nos vimos... al principio no quería pero nos vimos. Eras tú.
   Tú me hiciste comprender y valorar.
   Es complicado elegir las palabras para hablar de una sensación tan cruda. Un globo que se hincha dentro. Y notas como se oprime tú espacio y te falta el aire. Explotas llorando mares, te quedas seco y explotas de nuevo. Se te marcan las ojeras, se me caen los dientes y te pierdo para siempre. Te pierdo, me pierdo y al final acabo perdiendo la mitad de mi. Mi último momento de felicidad ingenua. Se me cambió el gesto y exploté de nuevo a mares con otro adiós.
   Tú me hiciste comprender y valorar.
   Y me empezó a sobrar gente. Mi gente no podía ser la que impidiera que fuera yo. Con mis virtudes y mis miles de defectos. Ser yo. Ser yo. Ser yo... porque comprendí que esto se acaba y a partir de ahí me dejaron de importar los años y me quedé con los momentos. Dejé la pesada carga de los fallos cometidos por luchar, por no repetirlos, por demostrar. Sentir, querer, tocar. Sentirme bien sabiendo lo que valgo. Y lo que valgo es el resultado del cariño recogido. Tanta gente que me ha ayudado y me ayuda, miles de consejos, de comida cuando ni eso había, de dinero y dinero y dinero...y tanto adios por el dinero. Pero no hay rencor simplemente descubrí que tenía la posibilidad de decidir y decidí.
 

   Me he construido con trocitos de vosotros. Exagerado en mis palabras seguro pero jamás, jamás mentí sobre mis  sentimientos. Jamás pronuncié un te quiero sin valor, ni lloré una lágrima inventada. ¿Qué queréis? yo no me quedo en la superficie. Me pierde el alma pero se que llegué hasta el fondo de muchas y de ahí , de ese desinterés por mi, en ocasiones, por sacar lo bueno, buenísimo que tenéis dentro tantos y tantos, me he ido rehaciendo. Porque soy eso. El eterno principio y fin. Que se reinventa. Que busca y encuentra, como escribiera Derak Chopra, "sopa de pollo para el alma".
 
   He fallado muchas veces. He repetido tantos errores que es normal que la gente se canse. Da mucha fatiga ver como alguien a quién aprecias repite una y otra vez los mismos errores. Con peores consecuencias. No les culpo. Lo entiendo pero yo, NUNCA LO HARÍA. Y sales tú pequeño de hace 10 vidas, con tus frases que no se me olvidan... "no pretendas que la gente sea como tú". Y muchos años después de dejar de ser realmente feliz contigo. De aquel bingo y el roscón. Y de esos últimos guiños... aprendí, ya no busco en los demás un espejo. Busco lo que les diferencia de mi. Mi momento de aprenderles.
   Y aprendí también a arrepentirme. Hasta entonces nunca y ahora... me arrepiento de los abrazos que no di ,de no valorarte en el momento como te merecías primo. Eras tú de lo poco que me seguía enganchando a ese mundo terriblemente gris que veían mis ojos rojos. Fuiste tú el que me quitaste los complejos y me diste el mejor arma que tengo... creer en mi y lo hiciste de corazón y también te fallé. Por eso no puedo dejar de intentar llegarte porque eso lo aprendí... luchar por lo que me a hecho vivir. Algún dia. En un abrazo. En una mirada. Te pediré perdón y me perdonaras, y me pedirás perdón y te perdonaré.

   De buena gana escupiría la lista entera de nombres que en algún momento me hicieron sufrir. Pero no. Yo soy mas que eso y el tiempo siempre pone a cada uno en su sitio. Yo no soy nadie. Ni juez que se alce sobre la plebe para señalar con el dedo a aquellos que me hicieron daño. Mi "venganza" es fría y ademas ni yo mismo la manejo. Es mas sutil que todo eso. Que se mire cada quién en un espejo. Yo ya me he dado cuenta y en verdad que me da pena pero sois vosotros (los que ya no estáis conmigo) los que habéis perdido el brillo de vuestros ojos. Yo no. Nunca, porque sigo queriendo vivir, aprender, crecer...

  Lo haré todo mas discreto. Lo seguiré diciendo todo en algún lugar que no veas pero que a la vez si quieres, es tuyo. Soy feliz

1 comentario: