miércoles, 22 de agosto de 2012

Aquí si

Porque a veces mis palabras se confunden entre la práctica, la nostalgia y
 la imaginación...

                                La práctica que sumo de continuo en mi alma
                                                              por las ganas de quererte.
                                                                  La nostalgia que disipa
                                                                                            amor,
                                                                   simplemente tu sonrisa
                                                                             y la imaginación,
                                                             nunca es capaz de superar,
                                                                            lo realmente feliz
                                                                             que soy contigo.

Amanecer

   Yaces en el primer amanecer,
sobre mis manos,
en una inmensa playa de horizontes magentas,
y parpadeas
cómo la luz
frágil
de la vela,
y sucumbes
cómo su cera arrebatada.

   Eres una imagen imposible
que vaga sobre el rumor
del lago que descansa,
en la ciudad que nunca duerme,
de naturalezas salvajes
que rompen contra los sueños
inmensos,
tranquilos
e indeterminados.

   En la distancia inquieta
de truenos y relámpagos,
en el agua cristalina
que refleja
cielos que terminan
en naranjas
y regresan con destellos.
Abriéndose paso
entre nubes
de estómagos
vacíos.

Yaces,
amanecer,
baldío
en el primero
de mis horizontes.

Belleza abstracta


Un eterno abrazo
en el que tu rostro y mi pecho
se reflejan
que ahoga mi alma
cómo la gran ola,
la ciudad que hicimos de cúpulas doradas.
Sobre las rocas,
entre las nieblas del agua oscura,
en donde se refleja la luna
y se hace inmensa.

¡Eres un ángel!
pero jamás alcanzo a verte
porque siempre permaneces
a la espera,
porque observas omnisciente
mi letargo
de rosas y espinas,
porque me amas y me odias,
en un eterno sueño azul
de madrugada,
en una mar picada,
de tentáculos y sombras.

Y flotas entre luciérnagas,
cara a cara,
con el astro espejo
de todos mis intentos.
Y tengo miedo de la muerte
que merodea
en al camino,
de ésta noche tan frívola.
Y el luto
cubre mis horizontes y
el cielo se rompe
sin remedio.

Ansío el resplandor de mármoles
del palacio en ruinas
que soñamos,
y tus ojos de gata negra,
vívidos
y mis máscaras,
de plumas blancas
y noctámbulas.

martes, 21 de agosto de 2012

Una dulce mentira

   

           Vuelves y me voy...
      De pronto vuelves y me voy.
      Cómo la primavera vuelves y
      te irás,
      también,
      con el calor y el color
      de todas las noches,
      de éste eterno agosto.

           Vuelves y me voy...
      y yo no soy así.
     No soy de irme, ni de huir, ni de rendirme
     pero cuando vienes,
     me entran ganas de escapar...
     marcharme cómo las aves
     que aún sabiendo que regresarán,
     necesitan ir muy lejos
     para seguir viviendo.

          Vienes y me voy...
     vienes porque en mi cabeza eres
     cómo el eterno retorno,
     vienes o tal vez,
     en realidad,
     no te has ido ni un instante.
     Vienes y me voy
     al punto exacto
     en dónde no encuentro sentido a nada,

         Vienes y me voy...
     y mi sonrisa se borra porque no te reconoce.
    Vienes, vas y desde entonces creo
    que perdí el ritmo de mis propios pasos.

        ¡Déjame ya libertad para ser!

        ¡Déjame olvidarte para siempre!

        Déjame que borre de mi mente
     la suave curva de tus labios
     y el susurro tierno que me hizo
    algún día,
    creer
    que vienes y te quedas.

jueves, 16 de agosto de 2012

Malena tenía un plan y lo consiguió.

   Malena tenía un plan y lo consiguió.

   Años atrás salió de Puerto Rico hacia España con la única idea de hacer dinero. Pero las cosas en la madre patria tampoco le habían salido como esperaba. Trabajo no le había faltado pero el dinero le llegaba para vivir y mandar un poco a su familia. Aunque desde un principio el eco de su historia allí en su país era otro. Dio a entender desde el comienzo que todo le iba de ensueño. Que cenaba en los mejores restaurantes, que tenía grandes e importantes amistades, que coleccionaba vestidos y zapatos de grandes firmas, etc. Pero era todo mentira. Lo mas que tenía era un Lanvin para H&M que compró con suerte en unas rebajas y todos sus zapatos juntos no valían mas que un par de unos Louboutine.

   Era introvertida, muy celosa de su pasado y tenía el carácter agríado por los sinsabores y la soledad. Iba del trabajo a casa y de casa al trabajo. Su vida social se limitaba a los programas de cotilleo, la prensa del corazón y a engancharse a todas las telenovelas que ponían en la tele.

   Pero al final lo consiguió. En una vuelta caminando de su trabajo a casa, conoció a Ferrán. Casi le triplicaba la edad y el pelo lo tenía casi blanco por completo. Pero gastaba dinero a espuertas y eso era como un imán para los ojos de dollar de Malena. Poco a poco fueron intimando mas. Y gracias a una vida inventada, Malena consiguió que Ferrán solo tuviera pensamientos para ella.

   En menos de un año se fueron a vivir juntos, se casaron y Malena consiguió mediante camelos que Ferrán pusiera todo su patrimonio a nombre de los dos. Dos años aguantó Ferrán ... y murió. De mayor casi seguro (aunque siempre hubo quién pensó diferente). Y hubo un gran funeral y un velatorio, y ahora sí Malena iba de estricto luto con un Dior. Y las perlas al cuello y Manolos en los pies. Y al día siguiente del duro revés, Malena lo había conseguido... era rica. Tan rica que podría comprar el barrio entero donde se malcrió.

   Tres meses después del adiós de Ferrán llegó ella a Puerto Rico. Y llegó a su barrio. Y anduvo por sus calles con un carísimo vestido blanco y una pamela. Y unas gafas que le tapaban toda la cara. Caminó durante horas por los callejones del barrio, ríendo y llorando. Mirando con desprecio a todos los que se cruzaban con ella. Los odiaba. Los odiaba tanto por la infancia que vivió que justo antes de llegar a su casa se dio la vuelta y se prometió no volver jamás a pisar aquellas calles.


martes, 14 de agosto de 2012

Gracias a una frase que estuvo a punto de no llegar

"Una de las partes más difíciles de la vida es decidir si alejarte o intentarlo un poco más"...

¡pero si me alejo y me olvido!
y si desde lejos me olvido de lo que yo era
y me despido de lo que me queda de memoria
y otra vez vuelve la noria de los...  -y si todo fuese distinto

¿pero si me acerco y me doy cuenta
de todo lo que sobro?
de que por los abrazos yo no cobro
y solo quiero estar más cerca...

anduvimos hablando de ti entre pinta y pinta
en voz alta... hasta a mi se me hace raro
pero tengo que decir que una vez
me regalaron el silencio (gracie mile)
y el sonido del mar de "Cathy"
y la serena tranquilidad de saber que todos tenemos que morir.

si me alejo o me acerco ya no depende de mi
si me alejo será porque habré reconocido mi derrota... -aún no-
si me acerco será porque vuelvo a serte necesario



a alguien se lo tenía que decir

...hace mucho calor aunque dicen que la ola de calor africano ya se va...

son las noches como ésta
son precisamente éstas noches las que me sobran
aunque suene Fortunate Song de la CCR
y se mezclen en mi oído el silbido de la luna que llora
quizá por una aurora de fríos malvas y violetas
en el horizonte... mas allá de los muros de hormigón 
de mi Madrid.
el calor me trae nostalgias pegajosas
ésta noche
quizá en ésta noche no debiera escribir 
ésta noche que escucho tangos sentidos
por una gitana negra como Buika
ésta noche que me duele todo simplemente 
                                           por no haberme movido

y recuerdo frases que no se me olvidan
y sonrío y me entristezco por momentos...

-EL DÍA MENOS PENSADO
+NO PRETENDAS QUE LA GENTE SEA COMO TÚ
-POR LOS AÑOS QUE NOS QUEDAN
+ES QUE YA NO ME SALE ESTAR CONTIGO COMO ANTES
-¿POR QUÉ NO VIENES Y ME BESAS?

sábado, 11 de agosto de 2012

en el zoo de la vida



   -No eres mas que una hormiga...- le repetían a Joey una y otra vez. Que si no podía aspirar a tal cosa, que si no era momento de soñar, que si todo estaba muy dificil... Una tarde al salir del hormiguero, después de un día, entretenido, cómo todos, fue a hacer una visita al gran maestro Sheldon. Sheldon era una tortuga de las Astrochelys radiata. Muy muy mayor y desde hacía ya mucho tiempo a ella iba todo el mundo en búsqueda de respuestas.  Al llegar a su jaula, Joey se sentía un poco intimidado. Llevaba dos horas caminando desde su hormiguero en la jaula de las cebras y tenía en la cabeza montones de preguntas. Se detuvo en la puerta, respiró... y entró decidido.

   - Buenas tardes hijo, ¿en qué crees que yo puedo ayudarte?
   - Hola -contestó titubeando la hormiga- me llamo Joey y soy una hormiga.
   - Ya veo hijo pero no creo que en eso tengas ninguna duda... ¿qué quieres preguntarme? -le insistió tiernamente la tortuga Sheldon-.
   - Llevo un tiempo con la sensación de frustración en mi hormiguero. Estoy seguro de que trabajo bien y que aporto cosas interesantes que quizá otras hormigas no hagan. Pero no veo mejoras ni incentivos en mi carrera y se me hace todo muy pesado. A veces pienso que mi vida no es mas que levantarme, ir a por una hoja, cargarla sobre mi espalda y llevarla hasta el hormiguero. Sí, a veces parece que las cosas cambian pero solo es que en vez de una hoja llevo una cáscara de pipa. No sé que mas puedo hacer pero me bloqueo.
   - Hijo mío lo que me cuentas me entristece pero primero debes tener la certeza de que lo que dices va 100% acorde con lo que haces.
   - No te entiendo.
   - Pues que a veces nos creemos que los planetas giran en torno a nosotros y olvidamos que el movimiento se demuestra mas con nuestros pasos que con nuestras palabras.
   - Hombre, se que puedo mejorar, de eso no tengo duda. Pero si estoy convencido de ser alguien especial. No soy como las demás hormigas y no me conformo con hacer día tras día lo mismo hasta jubilarme y ponerme a un lado del camino de las hormigas que aún siguen trabajando, viendo como transportan cosas de un sitio a otro.
   - Eso está muy bien pero aunque sean ciertas esas cualidades de las que hablas, debes tener en cuenta que   la vida es una carrera de fondo, en donde no importa lo rápido que vayas si no el tiempo que permaneces. Lo que demuestres tiene que tener una duración y una repercusión en el tiempo. Por muy especial que seas, de nada vale ser un chispazo que ciegue a quienes te rodeen... aspira a ser una llama que los ilumine...

    Y tras terminar la frase Sheldon escondió su cabeza y Joey se quedó inmóvil reflexionando sobre lo que le acababan de revelar.
    ¡A veces es tan dura la vida de una hormiga!

jueves, 9 de agosto de 2012

Pesadilla en ruinas



  Por fin llegó al aeropuerto. Marko acababa de llegar al país donde desde hacía meses sus padres habían emigrado, con el fin de mejorar sus condiciones. La primera impresión no le gustó porque le parecía todo muy gris. La gente no hablaba. El propio aeropuerto parecía un inmenso tanatorio. Con espacios enormes y vacíos y un silencio que le producía escalofríos.
   Según las indicaciones de su madre, Viorica, debía tomar un autobús en dirección al este del país. Unas 2 horas que fueron tres y en el transcurso despidió el día nublado por la noche mas oscura que recordaba. Por fín llegó a aquel lugar y en la estación de autobuses le esperaba su padre, Piotr. Se abrazaron, charlaron un poco del viaje y enseguida su padre le indicó el camino a la casa. Lo primero que le llamó la atención era la poca iluminación que había. Un par de focos en el salón con luz amarillenta y calurosa. Una vela en la cocina y la linterna que llevaba su madre en la mano. Aunque no le dio mucha importancia, ni a eso, ni a la falta casi total de muebles o el estado de las paredes, el conjunto no le dejaba estar feliz del todo por reencontrarse con sus padres. Pronto se fueron a dormir y Viorica quedó en llamarle muy temprano para que se pusiera en camino de ver también a su hermano que trabajaba en la ciudad grande mas próxima, a unos 150 km.
   A las 6 en punto de la mañana entró en la habitación su madre, enérgica pero cariñosa, insistiéndole a que se arreglara lo antes posible. Marko fue al baño. Se lavó la cara y, un poco las axilas y sus partes íntimas. Del techo colgaba un fluorescente que no llegaba a encenderse nunca y su continuo parpadeo desesperaba. Viorica le apresuraba a que terminara cada vez con mas insistencia. Que si el autobús no esperaba, que si como te tocara atrás ibas a ir muy incómodo... a lo que Marko contestaba con un insensible ...voy. De pronto Viorica abrió la puerta del baño y con un aspecto ya irritado le medio obligó a salir con frases inconexas y rozando la desesperación. Marko sin entender nada estaba ya a punto de salir cuando una luz increiblemente potente iluminó todo, casi cegándole. Cuando sus ojos se empezaron a acostumbrar a tan vasto destello de luz, se percató del suspiro profundamente triste que salió de su madre.  Los ojos de Marko se dirigían poco a poco por los muros de cemento hacia arriba, e iba comprobando el deterioro de la construcción. Seguía alzando poco a poco la mirada mientras el fogonazo de luz disminuía y al llegar al final de la pared su cara quedó petrificada. Perdió al instante el color de su cara y los ojos parecían salírsele de sus cuencas. ¡La casa no tenía techo!, ¡las paredes eran altísimas y no había techo!. Se fue girando despacio hacia donde se encontraban sus padres, dándose cuenta de que aquello era algo así como una fábrica abandonada. Cuando sus ojos llegaron al lugar donde estaban sus padres, la sensación le partió el alma. Piotr le miraba como un preso resignado, en pijama pero con un abrigo largo de paño gris hasta las rodillas y  una bufanda de punto gordo. Viorica a su lado, con lágrimas en sus ojos y unas tremendas ojeras, le miraba como queriendo explicarle. Parecían mucho mas mayores, y mas pequeños, como si hubieran encogido. La cara de Marko no cambiaba y ademas llevaba minutos sin poder cerrar la boca. Tenía un nudo asfixiante en el estómago que le impedía pronunciar una palabra. Se había dado cuenta que en verdad sus padres vivían en la calle, en las ruinas de una antigua fábrica, en condiciones nefastas. Tras 2 o 3 minutos mas del silencio mas  incómodo de toda su vida les preguntó entre balbuceos...- pero... ¿qué significa todo esto?-. Y en ese momento su padre comenzó a llorar como un chiquillo abrazándose a Viorica.

domingo, 5 de agosto de 2012

No tengo miedo a confesarme

    
  
   Ojalá fueras tú una de las personas que me lee desde el Reino Unido cuando entro en mi blog y aparecen casi a diario visitas desde allí. Reconozco que fantaseo con esa idea y con la de que algún modo así seguimos conectados. Que me lees, me reconoces, me entiendes y me sigues teniendo cariño.
   Ojalá no te hubiera idealizado tanto. Y ojalá no me dolieras ni te echara tanto de menos. Pero la verdad es que inconscientemente sigo contando contigo para casi todo lo que hago. Da igual dónde o con quién esté siempre te imagino ahí…conociendo Marrakech, Cracovia, Amsterdam, Lisboa o Edimburgo…en Auschwitz sentados cada uno a un lado de aquella alambrada… como niños. O en las calles del Madrid que conquistamos cada noche.
   Ojalá  siguieras existiendo y ojalá me siguieras cuidando con esa mirada de niño bueno. De hermano pequeño.





Ráptame

Ráptame para perdernos por lugares solo nuestros.
Comprémonos una casa en Woolloomooloo o en algún sitio mas extraño y desaparezcamos.
O en cualquier cabaña de una playa de Bahamas y convirtamos nuestras vidas en un eterno anochecer y amanecer juntos.
Vayámanos porque tengo que encontrarme
a veces.
O quedémonos por si alguna parte de mi pasado vuelve y no estoy (no me lo perdonaría).
Quédate cerca y sonríeme cuando no te de motivos.
Quiéreme cuando parezca distante porque necesito mas de ti a cada paso.
Vayámanos, quedémonos ... vivamos,
vivamos para siempre como si esa palabra no existiera.
Perdona mis silencios y entiende que en ellos solo hay prejuicios contra mi mismo.
Que soy yo mi enemigo mas feroz y te necesito codo con codo para seguir librando mis batallas.
Cada vez mas cerca.
Cada vez estás mas cerca... y me encanta.
Ráptame para perdernos por las calles de Madrid o por donde tu quieras amor.
Por donde tu quieras.
Para lo que tu quieras.
Hasta que tu quieras.

viernes, 3 de agosto de 2012

Montgat

 Mi vida es efímera
cómo las huellas en la orilla del mar...
El mar que es eterno
y a la vez efímero también
con el vaivén
de sus olas revueltas...
cómo mi propia vida.

Quizá la vida se resuelve
en momentos de soledad
frente al océano infinito
de cada uno
y es el viento, y el mar, y el sol,
lo que te inspira.
Lo que se inspira para renovarse...
renovarse o flotar sin rumbo,
en el mar nuestro de cada día,
en busca de una orilla
dónde dejar tu huella efímera.

Por un puñado de dirhams



                                          La plaza Jemaa el Fnaa
                                        y sus hogueras en la noche.
                               El silencio roto con el grito penetrante
                                             de la Koutoubia
                                         y la paz debida al alba
                        en un patio de mosaicos y palmeras escondidas.

                                            Olor a cuero, a té,
                                        olor del cuerpo a cuerpo,
                                         en la noche que se hacía
                                           debajo de los toldos.

                                           Los demás sentidos
                                        se compran, se venden...
                                                 se regatean,
                                         se hacinan en la azotea
                                    para grabarse a fuego las vistas...
                                          de un mundo diferente.