jueves, 5 de diciembre de 2013

Burbujas

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  Son aquellos pequeños espacios que aún hoy gravitan en mis recuerdos. Son burbujas de ayer comprimidas en su mínima expresión pero que aún así flotan y rebotan contra el presente que parece abarcarlo todo. Otras. ¡Miles! Desaparecieron sin dejar gota, ni humedad, ni marca. De soslayo rozaron mis entrañas y se fueron directas a la estación del olvido. Al lugar donde aflora la nostalgia de lo que ya no se sabe si existió. Al rincón de los abrazos que ya no se sienten, de los besos y de los versos que no acarician. A la cama fría y vacía que hace años abandoné.
   Hoy leí a alguien emocionante que se alegraba de pasear por la periferia de su vida. Y me transporta entonces a mi, a los arrabales de mi propia existencia. A no notar aquel beso. A no saber interpretar aquella canción. A respirar despacio y suspirar por todas las horas que viví, di y ya no serán nada mas.
   Igual la vida entonces se me parece a un vino espumoso que recorre mi garganta. Cuerpo quizá de color sangre obscura, burbujas en el paladar sutil de los momentos y aprendizaje a la hora de elegir el vaso con el que beberme todas mis vidas.
   A lo mejor no me acuerdo de tu nombre.
   A lo mejor, maldita sea, la vida está llena de vidas burbuja que van estallando sin control en mis arcenes. Que se me escapan en un cielo límpido, en donde mis manos solo aciertan a decir adiós... en un profundo silencio que se come y olvida todo lo anterior. Que borra sonrisas, lágrimas, amor, dolor y vidas, sin ningún control para dejar paso al futuro que vendrá. Que vendrá a devorarlo y cambiarlo todo. Que es necesario y doloroso al mismo tiempo. Que es en pura esencia, aprendizaje. Madurez. Sentimiento. Vida.
   Burbujas de vida con historia perdida detrás. Paradas de autobuses. Noches prohibidas y cómplices en un guión que abarca cualquier género de dudas. Burbujas de vida arañan mi alma pero a la vez la colman. Que inunda de penas mi pecho flaco pero que insufla nuevas vidas a cada paso... a cada latido... a cada momento detenido en éste fulgor continuo de fechas. Que lucha como una obsesa por tener un hueco en mi presente. Burbujas de vida inerte. De palabras, hechos y secretos.

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