viernes, 3 de agosto de 2012
Por un puñado de dirhams
La plaza Jemaa el Fnaa
y sus hogueras en la noche.
El silencio roto con el grito penetrante
de la Koutoubia
y la paz debida al alba
en un patio de mosaicos y palmeras escondidas.
Olor a cuero, a té,
olor del cuerpo a cuerpo,
en la noche que se hacía
debajo de los toldos.
Los demás sentidos
se compran, se venden...
se regatean,
se hacinan en la azotea
para grabarse a fuego las vistas...
de un mundo diferente.
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