domingo, 5 de agosto de 2012

No tengo miedo a confesarme

    
  
   Ojalá fueras tú una de las personas que me lee desde el Reino Unido cuando entro en mi blog y aparecen casi a diario visitas desde allí. Reconozco que fantaseo con esa idea y con la de que algún modo así seguimos conectados. Que me lees, me reconoces, me entiendes y me sigues teniendo cariño.
   Ojalá no te hubiera idealizado tanto. Y ojalá no me dolieras ni te echara tanto de menos. Pero la verdad es que inconscientemente sigo contando contigo para casi todo lo que hago. Da igual dónde o con quién esté siempre te imagino ahí…conociendo Marrakech, Cracovia, Amsterdam, Lisboa o Edimburgo…en Auschwitz sentados cada uno a un lado de aquella alambrada… como niños. O en las calles del Madrid que conquistamos cada noche.
   Ojalá  siguieras existiendo y ojalá me siguieras cuidando con esa mirada de niño bueno. De hermano pequeño.





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