Ojalá fueras tú una de las personas que me
lee desde el Reino Unido cuando entro en mi blog y aparecen casi a diario
visitas desde allí. Reconozco que fantaseo con esa idea y con la de que algún
modo así seguimos conectados. Que me lees, me reconoces, me entiendes y me
sigues teniendo cariño.
Ojalá no te hubiera idealizado tanto. Y ojalá
no me dolieras ni te echara tanto de menos. Pero la verdad es que
inconscientemente sigo contando contigo para casi todo lo que hago. Da igual
dónde o con quién esté siempre te imagino ahí…conociendo Marrakech, Cracovia,
Amsterdam, Lisboa o Edimburgo…en Auschwitz sentados cada uno a un lado de
aquella alambrada… como niños. O en las calles del Madrid que conquistamos cada
noche.
Ojalá
siguieras existiendo y ojalá me siguieras cuidando con esa mirada de
niño bueno. De hermano pequeño.
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