lunes, 12 de septiembre de 2011

10 años 11-S

   Se cumplen 10 años de los atentados de Nueva York.
   Se cumplen 10 años de preguntas sin respuestas, de odios injustificados y de odios muy muy justificados (Güantánamo).
   Todo ha cambiado en la zona cero desde entonces. La zona cero de los corazones de aquellos que no entienden pero mueren. Hombres, mujeres y niños. Ancianos y embarazadas. Asesinados en las torres gemelas, en cada bombardeo sobre civiles llevado a cabo por el ejército de la democracia que intenta imponerla olvidándose de ella.
   El enemigo no es la religión, lo es la ideología. El radicalismo. El sadismo con el que los líderes embaucan a la plebe para conseguir poder. El poder de la venganza servida fría. 13 siglos después.
   El mismo poder y el mismo sadismo con el que se admiten daños colaterales elevadísimos sobre población inocente. El despotismo con el que se irrumpe en cualquier sitio metido hasta el fondo en el papel de justiciero que nadie les dio.
   El problemas no son los américanos o el mundo árabe. El verdadero problema es el de aquellos que no se revelan en un lado y en otro contra el que manda asesinar en nombre de la democracia y el que manda asesinar en nombre de Dios. En ninguno de los dos casos es concebible. Ni la democracia real, ni la creencia efectiva en Dios puede validar un solo asesinato en su nombre.
 
 

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