martes, 19 de marzo de 2013

guardar para no tirar las partes de tu vida que ya no te sirven

   En teoría las cajas nos permiten guardar las cosas que no queremos dejar tan a la vista. Ya sea una caja de cartón, una cajita de música o una caja fuerte. En ellas guardamos cosas tan importantes, a veces, que son cómo cofres del tesoro y otras simplemente metemos sin ton ni son lo que no nos cuadra en ningún otro lugar. Y hoy precisamente escribiré sobre las 35 cajas que lo guardan todo en mi habitación. 35 cofres. 35.
   -Caja 1; varias corbatas que nunca me pondré, una básica negra que sirve para todo, 2 pajaritas y un anillo de acero con los colores de la bandera de España.
   -Caja 2; agendas de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012. Mi vida vamos. Con sus fechas, sus lágrimas y sus caritas sonrientes.
   -Caja 3; tabú o no de lo mas íntimo. Mío y no tan mío pero si. Porque todos tenemos secretos sin importancia para los demás. Con demasiada relevancia para nosotros mismos como para desprendernos de ellos.
   -Caja 4; recuerdos inclasificables desde el dispensador de un par de botellas de sidra de 2 noches imborrables de borrachera, hasta un despertador azul que me llevaron al hospital. Llaves de muchas de las casas en las que he vivido o unas gafas con bombillas a los lados.
   -Caja 5; recuerdos de viajes. Mapas, paquetes de tabaco de Ámsterdam, Cracovia y Marrakech. Una piedra del campo de concentración de Auschwitz. Unos condones con sabor a whisky de Edimburgo...
   -Caja 6; vacía.
   -Caja 7; vacía.
   -Caja 8; vacía.
   -Caja 9; un par de zapatillas que me he puesto dos o tres veces.
   -Caja 10; otro dos pares de zapatillas que nunca me puse.
   -Caja 11; un montón de gafas de sol.
   -Caja 12; otros dos pares de zapatillas más.
   -Caja 13; un juego de póker con sus fichas, sus cartas y su tapete.
   -Caja 14; notas que me deja mi novia cuando dormimos juntos, me voy a trabajar y ella se queda durmiendo. Es genial volver,ver y ser feliz.
   -Caja 15; cosas que la gente me regala porque saben que lo que mas me gusta en ésta vida es todo aquello que lleve la carita de smile. Hay de todo. Pos-it, pegatinas, mecheros, parches, una hebilla de cinturón, una agenda, una lámpara. Todo con esa cara amarilla que me da tan buen rollo.
   -Caja 16; una caja de nácar por fuera y terciopelo rojo por dentro traída desde Egipto.
   -Caja 17; envoltorios de regalos con tanto significado y, tan trabajados y pensados cómo los propios regalos.
   -Caja 18; basura electrónica que yo llamo. Viejos móviles y sus cargadores. Cámaras de fotos que ya no las hacen etc, etc, etc.
   -Caja 19; películas originales de culto cómo "Una historia del Bronx", "Snatcha, cerdos y diamantes" o "Trainspotting".
   -Caja 20; muchísimas mas películas no originales, cómo 100 o 200.
   -Caja 21; pantalones cortos para el verano que esperan ahí a que deje de llover.
   -Caja 22; 60 o 70 camisetas que ya no me pongo.
   -Caja 23; un libro para escribir que me regalaron hace muchas vidas y dos cuadernos hechos con mucho cariño de dos personas especiales.
   -Caja 24; libretas medianas usadas y sin usar.
   -Caja 25; libretas pequeñas. Lisas, con rayas y de cuadritos. Del chino, Moleskine y Taschen.
   -Caja 26; todos los tickets de H&M desde que empecé a trabajar ahí, casi 4 años ya.
   -Caja 27; cartas de mi amiga Paz cuando vivía en Granada y sobres de papel reciclado por si acaso. Be Concious.
   -Caja 28; agendas y libros sobre técnicas de escritura.
   -Caja 29; cuadernos de notas pequeños para ir apuntando lo que me llama la atención cuando navego por internet y plantillas para describir personajes cuando escribo.
   -Caja 30; la maravillosa cámara reflex de mi novia.
   -Caja 31; medicinas. Pocas gracias a Dios.
   -Caja 32; vacía.
   -Caja 33; álbumes de fotos vacíos para hacer regalos con recuerdos especiales.
   -Caja 34; pinta y colorea. Lo necesario para hacer cualquier manualidad. Folios, cartulinas, lápices de colores, rotuladores, foam, hojas estampandas, pegamento, celo, grapas, clips,pinzas, chinchetas, subrayadores...
   -Caja 35; cuentas de madera y de metal, bobinas de hilo encerado en varios colores y otras tantas de ante para hacer pulseras, lanas, telas... por si me surgen ideas...

   Porque al final somos seres unidos a recuerdos. Y los recuerdos en ocasiones conviene guardarlos. Para que no se pierdan pero ocultos para que no impidan que avancemos. Tengo mas cajas sí. Pero hace años que ya no van conmigo. En un trastero duermen desde hace casi 5 años decenas de cajas con mis recuerdos, mi ropa y cientos de libros que representan varias de mis vidas anteriores. En otro trastero hibernan los libros y cuadernos del colegio, mi colección de revistas de fútbol y casi todos los juguetes de cuando era pequeño.




   Supongo que la vida es una serie de cajas que van guardándose unas a otras cómo una interminable muñeca Matrioska y en el fondo, la caja mas pequeña es una que no puede abrirse. La que guarda celosa nuestra esencia.

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