Vallas que separan países y en donde mueren personas, homofobia, injusticia, precariedad...
Cada vez está mas claro que no se trata de una crisis sino de la deformación de la gran masa humana en pos del servilismo a los grandes grupos empresariales que controlan la banca, los recursos energéticos, la industria farmacéutica y en suma los gobiernos.
En España recortamos en educación para que la gente cada vez esté menos formada. No interesa que la gente conozca, eso es un problema para el que sí conoce. Volvemos al medievo en donde solo unos pocos sabían leer y escribir y el resto sobrevivía entre miseria para que unos pocos comieran hasta vomitar. Queremos privatizarlo todo pero ni si quiera esconden sus cartas. La gente que da los vistos buenos a las privatizaciones son los que de forma directa o indirecta, acabarán por beneficiarse de esa privatización. Recortamos en derechos básicos como el de protestar, el derecho de echarnos a la calle a gritar de rabia contra los que nos roban y manipulan la realidad. El mismo tipo que me roba, que me miente, que me estafa y que me arruina la vida, hace leyes para que no pueda quejarme, para que sus actos no tengan consecuencia y ata todo de tal forma que a la postre yo sea el único que pague. Por lo que me quita y por lo que deja a deber en mi nombre.
Obliguemos a que se cumplan las leyes. A que haya una separación efectiva de poderes. A que exista una justicia universal, transparente y gratuita que haga que entre todos llevemos a la cárcel a todos y cada uno de los sinvergüenzas que nos han hipotecado. Todos aquellos que no hayan cumplido con su deber banqueros, consejos de administración, políticos, patronal y sindicatos. Todos nos han robado y han de pagar por ellos. Con cárcel y devolviendo todo lo que no era suyo.
Bancos, Cajas de Ahorro, la CEOE, CCOO y UGT, PSOE y PP... todos han de pagar por esto
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