Reflexiones en voz alta

   A veces hasta yo mismo veo este blog un poco fuera de todo. Al principio no era mas que un lugar dónde verter de a pocos la creatividad de uno. Aunque eso es algo desbocado que no puedes atajarlo haciendo un bitacorita y pensando que ahí termina todo.
   Creo que estoy ante el AÑO de mi vida. Me da la sensación que o salgo corriendo ya hacia mis sueños, o me aparto y me callo. Dejar de molestar con el positivismo este que asumo caníbal. Porque viene de comerse a otros yo que no lo eran tanto. Y es mi año digo porque estoy trabajando en arreglarme por fuera. No es que mis padres no lo hicieran bien conmigo pero la vida te desgasta. A veces, la vida, te mutila. Y este año para fuera es el de la chapa y pintura. Quizá lo mas obvio de lo que físicamente me perturba pero no lo único. Y ya he ganado mucho porque digo perturba y no trauma. Para llegar a este punto primero tuve que trabajar con mi cabeza. Repartir culpas y no flagelarme por todo. Pero también necesito que la reconstrucción vaya por dentro. De forma espiritual voy bien aunque me falta afianzar. Cada vez soy mas coherente. Cada vez mis acciones me representan mejor. Incluso mis ideas bailan en mi cabeza con canciones que me gusta oír. Pero hay que ir mas allá. Y me apetece ir mas allá. Empezar a mandar cositas a concursos literarios, publicar algo y volver a estudiar. Necesito volver a estudiar. Sentirme útil en tanto en cuanto siga aprendiendo. Lo de siempre. Derecho, literatura, filosofía, historia... pero volver a estudiar.
   Pongamos un calendario pues. En lo físico, la boca se alargará todo el año. Sobre todo por lo que cuesta. Y lo demás de aquí a un par de meses a lo sumo. En lo mental, volver a estudiar en el futuro curso y a partir de marzo empezar a mandar cosas a diestro y siniestro. Igual resulta que alguien por ahí lo lee y... ¿te imaginas?. Yo, a veces si. Así que a por todas. Y de momento mañana a conocer Oporto. Que el mundo no pare que yo estoy listo para subir y bajar en marcha cuando quiera. :)