Hoy he tenido una de esas noches que te llevan al pasado. Porque quieres. Quizá de cuando en cuando necesitas volver como terapia. Ver fotos, escuchar canciones, sentir lo que ya no sientes. Y he de sentirme orgulloso de dónde estoy, de lo que he pasado hasta llegar aquí. Vaya cantidad de cosas crudas he recordado. No merecemos llorar tanto. No merecemos ser infelices. No merecemos no vivir.
Desde aquí mando un abrazo a cada persona que me hizo ser quién soy. Sois muchos y muchos, ya no estáis ni siquiera cerca. Hay otros, posiblemente mas de verdad. Pero es inevitable un guiño a todas esas personas que no dejaron que me hundiera cuando todo me iba francamente mal. Cuando no sabía por dónde salir en busca de un futuro. Cuando no tenía ni para comer. Y nunca, nunca me faltó una mano que me ayudase, un abrazo, un consuelo. Gracias de verdad. De todo aquello saco las fuerzas para ser cada día mejor. Para luchar por mis sueños. Para no dejar escapar mas personas. Para no perderme. Aunque en ocasiones sea inevitable.
Quizá hoy tenga unos de esos días...
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