Y si en algún horizonte
ya no estoy,
sonríe.
Si los naranjas tiñen
la tarde infinita,
quiero que seas
la ausencia
en ésta,
mi soledad abarrotada.
Quiero que seas,
¡sonríe!,
infinita...
como ésta noche que no acaba.
Por tardes como esta haces que no quiera irme, que me llenes de ganas y que no pierda la sonrisa.
ResponderEliminarQue este sueño nunca termine porque... lo mejor ha de venir aún.
:)