jueves, 8 de diciembre de 2011

Próximos detinos...quizá Paris, quizá Berlín...

   En cada ciudad los días siguen su propio curso. Cuando estás de viaje ademas se añaden sentimientos fuertes de ganas por conocer. Inquietud. Placer. Lo mismo paseas feliz a -10 ºC por el barrio judío de Cracovia, como te enfundas las Carrera (o parecidas) en una terraza de la plaza Dam de Amsterdam. Quieres descubrir y descubrirte, y un diluvio en las afueras de Leeds puede convertirse en toda una tarde de risas..."it´s drissing".
   Y qué decir de las noches. Lo mismo descubres una plaza encantadora donde perderse y encontrarse en el paraíso tulipán, que aspiras, respiras y suspiras, todas las sensaciones desde una azotea. Debajo, ante tus
pies, nada mas y nada menos que la plaza Djema El Fna de Marrakech. Tus ojos no quieren cerrarse por miedo a olvidar todo lo que ves y no acostumbras.
   Y las aventuras... el viaje en si es una aventura. Otros idiomas, otras monedas... pero las mismas necesidades. Si, yo también acabé durmiendo delante del escaparate de Louis Vuitton en Edimburgo y no me avergüenzo jajajaja. Y defendí a Raúl Gonzalez hablando con un irlandés en las taquillas de Old Traffor antes de un Manchester-Chelsea.
En definitiva viajar es ir poco a poco conociéndose a uno mismo (y a los demas). No deberíamos tener amigos con los que no pudiéramos viajar. Y entiéndase viajar no como excursiones del imserso. El viaje es sinónimo de libertad. Si no, mejor vete a un centro comercial (así seguro que no nos cruzamos).

Edimburgo

plaza Dam de Amsterdam

Leeds

plaza Djema El Fna de Marrakech

barrio judío de Cracovia


1 comentario:

  1. Me ha venido a la mente, amoxicilina y paracetamol. jaja :D

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