Las cosas que ocurren deben ser reflexionadas antes de expresar una opinión. Somos libres de hacerlo pero una opinión tiene que cimentarse sobre una base mas o menos sólida de conocimiento sobre aquello que vamos a valorar.
Era obvio para casi todos el resultado de las elecciones generales del pasado 20N ( pasado-generales-20N...ahí lo dejo). La crisis económica mundial ha engullido a un ejecutivo mediocre, incapaz de tomar decisiones importantes a la hora de adoptar medidas que hubieran permitido tanto al sistema financiero y político español como al mercado laboral, reajustarse de mejor modo para absorber las fluctuaciones del mercado internacional de forma mas halagüeña. Nos encontramos de nuevo ante una España que se escribe en letras rojas. Rojo de deuda. Déficit en las arcas públicas, un Estado cada vez mas empeñado incapaz de vender su deuda o lo que es peor, hipotecando en gran parte el futuro. Una sociedad sumida en el pesimismo, con una de las tasas de paro mas elevada de Europa con casi 5 millones de personas en situación de desempleo ( y lo que es peor...cientos de miles de personas que han agotado cualquier tipo de subsidio, miles de familias en las que todos sus miembros están parados, miles de parados de larga duración y lo mas preocupante, una de las tasas juveniles de paro mas altas del mundo [jóvenes parados = pesimismo y desconfianza = futuro negro]). Un país en donde no se ha avanzado absolutamente nada en temas capitales como la investigación o la innovación, donde no se motiva de ningún modo la basta formación que tenemos y asistimos sin hacer nada a un nuevo flujo migratorio de españoles que no ven nada claro el mañana en su propia casa.
Hemos asistido a ocho años de gobierno tembloroso y huidizo. Lleno de cortinas de humo para no afrontar temas importantísimos como la reforma de la Ley Electoral, la duplicidad en las administraciones, el guirigay de competencias en materias fundamentales de un Estado como la educación y la sanidad, la independencia de la justicia, el monopolio de la banca, reformas en materia de trabajo,ayudas a las PYMES, a los emprendedores... en definitiva hemos vivido un gran limbo de dos legislaturas en los que de modo inmediato solo cabe valorar, destacar y aplaudir una medida, el matrimonio entre personas del mismo sexo.
De nuevo se han llenado la boca los mas progres de ser los únicos que pueden llevar la bandera de los derechos sociales y el resultado es una Ley de Dependencia carente de fondos para ser llevada a cabo y un Ministerio de Vivienda inoperante (algo que se presentó como la panacea para los problemas de vivienda que tenemos y como algo novedoso que en realidad solo ha servido para aumentar el despilfarro . Y que tampoco tenía nada de novedoso ya que ya existía un Ministerio de la Vivienda en época de Franco, gestionado por la Falange y que si aportó soluciones reales para miles de familia, sobre todo en barrios mas desfavorecidos como Usera, Embajadores, Villaverde, Carabanchel,Vallecas, Moratalaz...). Consiguiendo unicamente vaciar la hucha de los contribuyentes con ideas de última hora, ocurrencias y regalando dinero en vez de tomar medidas para generarlo. Basta ya de cinismo y volvamos a la hora del esfuerzo, a aquello de "no me regales peces, dame una caña y enséñame a pescar".
Entendamos éstos ocho años como un lapsus "politicae" y lo mejor que nos ha podido pasar es haberlos dejado atrás. Con todo ésto no digo que "los de ahora" sean los únicos capaces de enderezar la situación pero tienen a favor una cosa francamente positiva, en el año 96 cuando gobernaron por primera vez ya se encontraron una situación con múltiples similitudes a las de ahora y consiguieron relanzar la economía, modernizar la industria, impulsar el comercio internacional y estar en primera linea de numerosas organizaciones e instituciones supranacionales.
Por otro lado siento un pesimismo enorme al ver la nueva composición del Congreso de los Diputados
por 4 razones y 1/2 (me explico):
- No me gustan nada las mayorias absolutas.
- 7 de los diputados que se sentarán en su escaño defienden letra a letra el dicurso de ETA (AMAIUR)
- Que ni IU ni UPyD(que ni si quiera podrá formar grupo propio) tendrán la representación en el Congreso según su número de votantes y contrasta con el inexplicable peso de partidos nacionalistas en el lugar donde se debaten las políticas que afectan al conjunto de los españoles.
- Practicamente nada de lo que impulsó el 15-M u otras manifestaciones de hartazgo van a tener reflejo en ninguna marca política y acabará (esperemos que no) siendo una reivindicación mas de la izquierda cuando poco o casi nada tiene que ver con una ideología concreta.
Y media porque sigo sin entender porque no somos capaces de eliminar el Senado. Algo que no existe en los paises nórdicos que entendemos como mas avanzados en casi todo.
Aún así los cambios son positivos y mas en éstos menesteres. Con trabajo, esfuerzo, paciencia, perseverancia, honestidad e inteligencia siempre se sale adelante y el futuro está en nuestras manos.
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