Como dijo el escritor argentino Jorge Bucay, "ser feliz es la certeza de no sentirse perdido". Y la única manera de saberse en el camino, no el correcto porque para eso irán sucediéndose los errores, pero la forma idónea de tener constancia de que se está en el camino, es ser siempre fiel a uno mismo. Hay que conocerse bien, autoanalizarse y exijirse mucho a uno mismo para saber apartar las malas hierbas que por momentos nos parecen muros de varios metros de altitud. Que va, son solo yerbajos que tan solo soplando apartamos de nuestros objetivos. Pero hay que verlos con claridad para que nuestro subconsciente no los transforme en gigantes. Ya nos lo enseñó en su día el gran Miguel de Cervantes y su inmortal don Quijote. Y la moraleja que sacamos es que detrás de lo que ante nosotros aparece como gigantes, solo hay molinos de viento. Simplemente.
Y diré mas e iré en contra de lo que decía el dramaturgo español Alejandro Casona. Si eres feliz no te escondas. No tengas miedo de lucir tus joyas en un barrio rodeado de mendigos. Y sobre todo aunque este mundo nos lo vendan como tremendamente desgraciado, pasea tu felicidad e inspira a los que te rodean. Pero se feliz de veras, no basta con decirle a todo el mundo que lo eres porque como muy bien reflexionó el escritor francés, Francois de la Rochefoucauld, a menudo "ponemos mas interés en hacer creer a los demás que somos felices que en tratar de serlo".
Hay una frase sobre la felicidad que siempre me ha gustado mucho. Es del dramaturgo norteamericano Channing Pollock, y dice que "la felicidad es una estación de parada en el camino entre lo demasiado y lo muy poco". Es una gran idea y en seguida nos lleva a recordar al filósofo griego Aristóteles y su famosísimo aforismo "en el punto medio está la virtud". Y es otra de las grandes verdades de la filosofía clásica. Si lo das todo por los demás te desgastas y si no das nada, no creces. Si persigues tus sueños sin medir las consecuencias, te pierdes, y si por miedo a las consecuencias no persigues tus sueños, no vives. Término medio, temple, perseverancia y nunca confundas esa idea con mediocridad.
Y como dijo el insigne escritor irlandés, Geroge Bernard Shaw, "dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar si es o no feliz".
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