jueves, 15 de marzo de 2012

prefiero escuchar

   Se aprende escuchando. Se aprende queriendo hacerlo. Se aprende siempre después de equivocarte.  
A medida que van pasando las madrugadas por tu cara, te das cuenta de lo mucho que has hablado sin sentido. Creo que si pudiera volver a vivir alguna de mis vidas mas que cambiar cosas, borraría frases de mi boca. Tal vez dibujaría solo una sonrisa y pondría cara de atención.
   Ahora prefiero escuchar. ¿Qué importa si yo en otro tiempo no fui quien soy?, ¿qué mas da si por ésta vez simplemente me fijo en otras cosas?. En lo que dicen, en como lo dicen, en si a alguien le tiembla el labio al mirarme a los ojos. Por fin sé que mi opinión no es ni mas ni menos importante que otra... y eso me libera. Me tranquiliza. Me quita el peso de tener que soltar una sentencia cuando solo quiero bostezar.
   Me gusta no ser el centro de atención. Y ser el guiño en petit comité. El abrazo que nadie ve pero que se vuelve mas y mas necesario.
   No obstante dos mas dos son cuatro. Y eso aunque sea de letras es irrefutable. Lo que escucho lo comparo con mi experiencia y me acuerdo de las cien mil conversaciones que tuve con mi mejor amigo de lo mucho que cambian las cosas, de lo rápido que vivimos, de la fortuna... y doy fe que las hojas que he pasado estuvieron escritas en mayúsculas, sin espacios y sin respeto alguno a los márgenes. Aprovechadas al máximo, disfrutadas, sentidas, lloradas... y terminadas con un "the end" impuesto por las otras partes.
   El Retiro, una manta, comida, bebida... lo único que ha cambiado es que ahora... prefiero escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario