Dejamos a medias todo. A medias seguir viviendo, a medias seguir soñando. Recuerdo cada idea que se nos ocurría. El libro aquel que escribiríamos a cuatro manos. En el que dos enamorados en medio de la segunda guerra mundial iban contándose, contándonos, su historia a través de cartas. Y a la vez tu y yo lo escribiríamos a base de cartas entre tu Roma y nuestro Madrid. Y buscamos información y yo sería un piloto aliado y tú una alemana refugiada en la Italia de Mussolini. Pero lo dejamos aparcado, ya habría tiempo. Siempre nos decíamos lo mismo. Daba igual, nos admirábamos tanto que nunca pensamos que las ideas podrían acabarse. Que el tiempo era nuestro. Qué todo iba a girar siempre entre papeles, bolígrafos y plumas, y nuestras cabezas.
Estaría toda mi vida escribiéndome contigo. Ideando mundos paralelos de heroínas sin pechos y pelucas de colores. Dejando que me adulases como lo hacías y perder la modestia oyendo de tus labios el valor que dabas a todo lo que escribía.
Mi Lady Madrid , me pasaré el resto de la vida esperándote delante de una máquina de escribir. Apareciendo tras un verso de Neruda. Acariciándome al escuchar La Vie en Rose.
No se trata de echar de menos. Ojalá solo fuera eso. Mi musa. Mi alma gemela. Mi tinta.
No me olvides nunca, yo no podré dejar de escribirte.
http://elartedecontar123.blogspot.com.es/
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