Los valores han muerto.
La verdad. La honestidad y el compromiso. Los valores
se han aburguesado
se han mirado fijamente a los ojos
para no decirse nada.
Los valores y la nada.
Se han marchado lejos los ejemplos
y han dejado libre el albedrío
de las voces que no tienen cabida.
Que no tienen espacio en el mundo que soñábamos.
Que no poseen el tiempo
de lo guerrero que fuimos,
defendimos en silencio y aún así creímos
que seria suficiente.
Los valores y el tiempo que perdimos.
Cuando alguien duda, cuando se permite,
cuando no se llora, ni se juzga.
Cuando la poesía o las palabras,
no se comprometen y
solo se busca no pensar.
Los valores han muerto.
Algunos aún los conservamos, como un tesoro.
ResponderEliminar