Va pasando la caricia del tiempo que no sabe de ayeres. Que recela de lo que no ve pues a bien seguro es lo mismo que aún hoy puede hacerle perderse. La nostalgia.
No quiero olvidarme de ti pero es que no consigo serle fiel a las cosas que se imponen.
Me suena raro hasta a mi. Hablar de ti. Tiempo.
Las fotos me acercan quizá el último atisbo de brillo de aquel momento que acabó diluyéndose como un terrón inocuo de azúcar. Pero es que aún queda dulce acordarse de lo que fuiste allá por una de tus vidas.
¿Quién lo diría?
No me hizo falta que pasara el tiempo para saber que por los restos te seguiría echando de menos. Tiempo.
¡De haberlo sabido!
Hubiera hecho lo malo distinto, hubiese sido listo. Sería mío también tú presente. Tiempo.
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